Desde los 6 años de edad Fiona comenzó a vivir pérdidas muy fuertes. Su mamá y abuela murieron. La familia extendida no le pudo recibir y terminó en una institución. Fueron cambios muy críticos que afectaron profundamente su vida. Sin embargo a sus 12 años una familia de acogimiento decidió abrirle las puertas de su hogar y corazón. El inicio fue muy difícil pero hoy los cambios en su vida son buenos y evidentes. La familia de acogimiento de largo plazo le ha recibido con fecha de entrada pero sin fecha de salida.

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Cada una de estas historias ilustra gran parte del trabajo que Casa Viva desarrolla.